Lo más importante a la hora de contar historias

7 marzo 2011 por Douglas McEncroe · 2 Comentarios · Liderazgo

Hace algunos años participé en un genial programa en la Universidad de Harvard que se tituló, “El Arte y Práctica del Desarrollo de Liderazgo”. Una de las sesiones que más me recuerdo fue cuando vino una mujer, Nancy Houfek que, entre otras actividades trabajó en el teatro. Ella impartió la sesión sobre cómo contar historias, una sesión que no olvidaré jamás.

Lo que hizo ella fue coger un participante que tenía una pequeña historia de lo más normal, este hombre había escapado una noche de Harvard para volver a su casa donde su hermana y su cuñado que habitaba en Inglaterra estaba de visita. En casa tenía sus dos pequeños niños que no había visto en cinco días. La historia consistía en relatar la reacción de los niños a la visita sorpresa de su papa, el baño y el dialogo entre los niños y su él.

Lo que hizo Nancy fue re-trabajar y re-trabajar la historia con la participante cada vez añadiendo nuevos elementos; sonidos, colores, texturas, una imitación de la voz de la niña del participante, las frases exactas utilizabas por los dos niños y sobre todo las emociones sentido por el participante. Deberíamos haber escuchado la misma historia unos doce veces pero os aseguro que no estábamos aburridos ni por un segundo, y al escuchar la versión final todos lo cien personas que estuvimos tuvimos lágrimas en nuestros ojos.

A veces al contar esta situación a alguna gente aquí he tenido que suportar la muy previsible y bastante pobre reacción de, “vaya americanada” sin embargo la verdad es que hubo personas de treinta culturas diferentes en esta sala y cada una estaba conmovido por esta última versión de la historia, así que hay algo universal que funciona aquí.

Elementos que hace dar vida a una historia

Hoy más que nunca necesitamos ser inspirado, necesitamos ser conmovidos y necesitamos encontrar valores que podemos compartir con la gente con quien estamos llevando a cabo un proyecto. Convertir vivencias tuyas y convertirles con artesanía en unas imagines que la gente, cerrando sus ojos pueden ver, pueden sentir, es una manera muy eficaz de dar significado al trabajo que estamos llevando a cabo y trasmitir una serie de valores que dar al equipo una identidad propia.  Algunos elementos para incluir son:

  • Describir los colores en la situación.
  • Habla de los sonidos, incluso imitarlos.
  • Describe texturas.
  • Compartir cómo te sentías, sean sentimientos de miedo y ansiedad o de alegría y felicidad.
  • Utilizar el lenguaje exacta que las otras personas en la historia utilizaban.
  • Utilizar pausas.
  • Hablar despacio.
  • Utiliza una variedad de tonos y entonación.
  • Mirar a la gente en los ojos.

Estos elementos darán vida a tu historia y hará que conectas con la gente a un nivel emocional que es la única manera de realmente movilizar a las personas.

Lo más importante de contar historias

Pero lo más importante de contar historias no es todo lo dicho arriba, es en tu propia observación de tus vivencias. Por ejemplo, en el futuro quiero escribir un pequeño libro sobre lo que la paternidad me enseña sobre liderazgo. Pero para contar esta historia tengo que observar todo muy bien, apuntar experiencias con mucho detalle, tomar muchas fotos y vídeos, escribir como me ha hecho sentir, apuntar dudas que he tenido en varios momentos, miedos, alegrías, lo que me ha hecho sentir orgulloso y qué me ha hecho sentir triste. Tengo que vivir cada momento intentando de ser presente y luego tomar apuntes acerca de todo esto y sobre todo tengo que reflexionar y preguntarme, ¿qué he aprendido de ello? Solo así podré un día contar una bonita historia que conmueve y transmite algún mensaje que puede ayudar a mis lectores.

Es mucho trabajo pero merece la pena.

Y vosotros, ¿cómo podéis vosotros transformar vuestras vivencias y como un gran artesano crear una historia que impacta?

Etiquetas:

2 Comentarios hasta ahora ↓

  • Juan Griñán

    Me alegro Douglas que hayas elegido la paternidad como experiencia de liderazgo porque yo soy de los que, en mi día a día como manager, pongo muchos ejemplos de cómo mis hijos me han enseñado a gestionar personas. Ellos son los que mas a menudo me han sorprendido con una observación enriquecedora que a mí jamás se me habría pasado por la cabeza o me han regañado por presuponer algo desde mis prejuicios de adulto que ellos desde su inocencia y amplitud de miras han visto de una manera completamente distinta a la mía. El día a día con ellos me ha enseñado casi mas que tu en nuestras sesiones de coaching ;-)

    Ánimo con la tarea porque creo que es lo mas bonito de lo que se puede aprender. Y toda mi envidia más sana porque no se me haya ocurrido a mí antes hacer ese libro.

    Sobre lo de contar historias a mi, lo que mejor me ha funcionado ha sido el transmitir credibilidad, y eso se ven en el brillo de los ojos del que te lo está contando. ¿Has probado a contarle un cuento sin ganas a tu hijo?

    • Douglas McEncroe

      Hola Juan, gracias por tu comentario. Me parece muy acertado lo que dices sobre la credibilidad, creo que en cada acción de liderazgo la credibilidad es esencial.

      Gracias por animarme con la idea de mi libro vinculando la paternidad con liderazgo. Estoy de acuerdo con donde realmente aprendemos es a través nuestras vivencias. Si el coaching sirve algo es para ayudar a la gente reflexionar más sobre sus vivencias, pero son las vivencias del día a día que enseñan. Yo intento observar mucho a mis dos hijas y veo que cada semana es tan diferente a la precedente, y cada una tiene algo para enseñar. Es una experiencia preciosa.

      Tendré en cuenta tu consejo de contar historias. Un fuerte abrazo, Douglas

Deja tu comentario a Juan Griñán