La caída de un primer ministro

30 junio 2010 por Douglas McEncroe · 2 Comentarios · Liderazgo

Hace una semana, Kevin Rudd hacía sus maletas para emprender viaje a Toronto, donde iba codearse con los hombres más poderosos del planeta. Era el primer ministro de Australia, el líder del país. Pero en tan sólo 24 horas los responsables del Partido Laborista le arrojaron de forma brutal al ostracismo político convirtiéndole en términos de poder en un don nadie. ¿Cómo ocurrió y qué lecciones pueden aprender otros líderes?

Tres errores básicos provocaron su caída:

  • No delegaba, siempre quería hacer las cosas por sí mismo, perdiéndose en un mar de detalles, considerando a su gabinete como un grupo que debía ejecutar sus órdenes y no como un equipo de profesionales con talento que podían encontrar de forma colectiva las soluciones a los problemas del país.
  • No designó para puestos clave o proyectos que necesitaban sus competencias y conocimientos a algunas de las personas con más talento de su partido.
  • No supo interpretar el estado de ánimo de los ciudadanos de su país cuando puso en marcha su impuesto de Super Recursos sobre el sector de la Minería, un gravamen que hubiera significado que una compañía como BHP hubiera tenido que pagar el 57%, un incentivo escaso para las futuras inversiones. Este tercer error fue especialmente grave ya que pensó que la táctica populista de subir los impuestos a una gran compañía sería bien vista por los trabajadores. Sin embargo, la mayoría de los australianos tiene una visión positiva al sector de la Minería en parte porque contribuyó a que su país evitara la recesión, manteniendo un nivel razonable de desempleo. Como australianos, se sienten bastante orgullosos de BHP y no estaban de acuerdo con un impuesto que iba a aplicarse sin consulta previa ni demasiada reflexión.

Un líder no tiene siempre por qué hacer lo que la gente espera de él, pero sí debe saber lo que piensan y cómo se sienten para tenerlo en cuenta cuando quiera realizar un cambio. De no ser así, el resultado puede ser fatal, como ha comprobado esta semana Rudd.

Lecciones para las Líderes Empresariales

Errar es humano y por tanto no sorprende ver a directivos cometiendo los mismos errores que Kevin Rudd, con consecuencias igual de graves. A menudo, los ejecutivos de las empresas realizan tareas por debajo de su nivel de responsabilidad, lo que significa que no están invirtiendo su tiempo en cuestiones estratégicas por las que se les paga. De hecho, a menudo veo a ejecutivos tan obsesionados por hacer todo el trabajo ellos mismos que ni siquiera saben cuáles son esas cuestiones.

También conozco ejecutivos rodeados de grandes profesionales a quienes infrautilizan y no les piden su opinión sobre ciertos temas en los que son expertos. Y, finalmente, hay líderes alejados de lo que las personas de sus organizaciones sienten y piensan sobre situaciones que necesitan un cambio.

Tres claves para evitar que un líder caiga en desgracia

  1. Saber cuáles son las verdaderas cuestiones estratégicas para ti e invertir tu tiempo en ellas. Delega el resto.
  2. Conocer el talento que tienes a tu disposición y no tener miedo a usarlo. Delegar las responsabilidades en ellos y consultarles. Un hombre inteligente siempre busca perspectivas diferentes.
  3. Saber cómo se siente y que opinan sobre las situaciones más importantes. Si quieres provocar el cambio, éste es tu punto de partida.

Hay que tener en cuenta todas estas claves porque, como descubrió esta semana Rudd, ignorarlas puede ser peligroso. Es una verdad incómoda, pero gente con cuchillos largos están siempre más cerca de lo que piensas.

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2 Comentarios hasta ahora ↓

  • Christopher Wright

    Buenos días Douglas,

    Mi hermana vive en Sydney en Australia y fui a visitarla en Abril de este año. La pregunté sobre la situación del primer ministro y ella colaboró con tu teoría sobre los 3 errores que provocaron su salida.

    En particular mi hermana y yo creemos que un acontecimiento determinado sentencio Rudd, lo del aislamiento de las casas que causo varios muertos a través de un sistema mal pensado y mal implementado. Quizás este acontecimiento mejor represento el conjunto de estos tres errores que identificaste sobre Rudd.

    Un saludo

    Christopher

    • Douglas McEncroe

      Hola Chistopher, siento tardar tanto en responder, realmente solo estoy lanzando mi blog ahora. Sí efectivamente este asunto causo mucho daño, y quizás demuestra la mala gestión de los gobiernos en general, especialmente cuando hacen las cosas con prisas. Gracias por tus comentarios.

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